31.3.17

Regional


Están sanos los cítricos del norte.
“Erradicada la enfermedad”, dicen los diarios
y eso (hoy) es lo único que importa.
Entonces mordamos los frutales
como si fueran pulpa de Las Gracias
o de Venus, su mismísima madre.
Que el jugo caiga desde mi boca
hasta tus pies
que se deslice (¿sin salpicar la suntuosidad
de los objetos: mosaicos, collares venecianos,
automóviles?)
y ascienda de tal modo que toque las estrellas.
Así la deuda mía, hermanas,
se hará inmensa como un cielo de provincias.
¿Pago demasiado para recibir la textura de tu voz
o es por el aliento de naranjas?


¿No es raro acaso que la geografía,
como otra Venus, como nuevas Gracias,
nos entregue sus tajadas?



de Susana Szwarc, Chaco / Buenos Aires, Argentina
De "Bárbara dice:".
Sitio de la autora: http://susanaszwarc.blogspot.com.ar/  

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un poema muy sugerente, hermana.
Máxime con esas alusiones: Las Gracias y Venus, casi nada!

María Eugenia Palmer

Anónimo dijo...

aquí la asociación con las naranjas surge como símbolo erótico, absolutamente.
j.dalesio