Entre los árboles empapados por el calor
la luz polvorienta de la tarde
recorre los surcos de las hojas, las
grietas de los troncos
y vierte a través de su estrategia de
ruptura
un "garabato"
de ausencia sobre las sombras.
Entre un espasmo y otro del viento,
el frágil helecho espera que estalle el
trueno
y prepara la boca para recibir en su
jaula de fronda
los húmedos murmullos del agua.
Sin embargo, su verde memoria le recuerda
"que
siempre hay que desconfiar de los regalos del cielo".
Éste es el momento justo, el instante en
el que todo el
filo del sol
se abate sobre el perfil preciso del
jazmín.
Algo ha entrado en su inmovilidad: un
perfume,
una luz blanca, un gesto indeciso.
De pronto, su cuerpo enciende la noche y
el agua.
La lluvia sabe de formas simbólicas, del
dolor
del ramaje fracturándose contra el hierro
de la ventana,
del relámpago de obsidiana desgarrando la
piel del
cielo.
y del caballo blanco que penetra sin
cesar la flor de
caña.
Ahora: las piedras se han vuelto vapor de
sueño,
el espacio nace del tiempo:
onda y partícula, posición y velocidad
individuos e historia.
Más allá de este bello ritual no hay
imágenes,
de su horizonte ha desaparecido el deseo.
Luego llegaron los animales del silencio
y con ellos los presagios: un frío de
invisible dulzura
exacto y sagaz se deslizó lentamente
entre la fertilidad
de las flores y las frutas; está creando
la vejez: un
claroscuro
que demuestra que dentro de la luz no hay
nada.
de Héctor
J.Freire, CABA, Argentina
De "Motivos en color de perecer", Premio del Fondo Nacional de las Artes.
Biodata y otros artículos de este autor: http://www.topia.com.ar/autores/h%C3%A9ctor-j-freire
http://www.elpsicoanalitico.com.ar/
De "Motivos en color de perecer", Premio del Fondo Nacional de las Artes.
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3 comentarios:
... "que siempre hay que desconfiar de los regalos del cielo". Excelente, ¿qué más hay que decir?
Santiago M.
Además de leerte como ensayista y crítico de cine, hoy nos alegra encontrarte aquí gracias a este poema.
hay mucha filosofía en este poema. j.dalesio
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